El poder erótico de los pechos de mujer

Las mujeres conocemos mejor que nadie su enorme poder de atracción sobre el sexo opuesto. Los pechos son tradicionalmente una de las partes del cuerpo femenino que más excita a los hombres. La razón exacta no acaba de estar muy clara, aunque algunos expertos apuntan a nuestro instinto natural de reproducción, puesto que el hombre ve en unos pechos grandes mayor cantidad de leche materna para sus descendientes y, por lo tanto, más probabilidades de que estos se críen con éxito. Sin embargo, las encuestas revelan que a los hombres les excitan los pechos femeninos por considerarlos un parte íntima, sensual y prohibida de la mujer.

El poder erótico de los pechos de mujer

Sea por la causa que sea, no hay duda de que los pechos son un elemento muy excitante tanto para un sexo como para el otro. De ahí la importancia de contar en nuestro armario o cajón más íntimo con prendas de lencería sexy que estilicen nuestra figura y realcen al máximo nuestros senos. Un ajustado corsé, un atrevido disfraz erótico o un sensual vestido sexy aumentarán la libido de nuestra pareja y nos harán sentir aún más atractivas.

Una vez entrad@s en materia y despojad@s de toda nuestra ropa y lencería erótica, los pechos siguen jugando un papel fundamental. En los juegos preliminares podemos sugerirle a nuestra pareja que los acaricie, lama y extienda sensualmente sobre ellos aceites y cremas para masaje en cualquiera de sus variedades aromáticas. Además de estos aceites y cremas, existen muchos productos de cosmética erótica comestible, como el chocolate Shunga, también disponible en menta, frutas exóticas, vainilla...

No obstante, hay que tener en cuenta que los pechos son muy sensibles y deben ser tratados con mucha delicadeza, por lo que conviene evitar los apretones y mordiscos fuertes sobre ellos. Una adecuada estimulación provocará que los pezones se endurezcan, la aureola se vuelva más oscura, los pechos aumenten su tamaño y aumente el flujo sanguíneo en la zona, haciendo que la mujer disfrute enormemente.

El hombre, por supuesto, también disfruta puede y debe disfrutar con los senos. El simple hecho de tocarlos, besar y lamer su suave textura les hace segregar una gran cantidad de endorfinas, así que ¿por qué no dejar que se lo pasen bien? Además, si tenemos unos pechos muy grandes, podemos obsequiarles con una clásica fantasía sexual masculina: la masturbación con los pechos o "cubana". La mejor forma de practicarla es acostándonos boca arriba en la cama, permitiendo que el hombre se arrodille sobre nuestro cuerpo. Después pondremos su pene entre nuestros senos y lo frotaremos con ellos (a ser posible con la ayuda de un lubricante) de arriba hacia abajo. De esta forma emularemos el movimiento de la masturbación masculina, que podemos complementar incluso con una exótica felación.

No infravalores nunca el gran poder erótico de tus pechos...