Estimular los pezones

Si hay una parte del cuerpo con la que cada persona disfrutamos de una manera diferente, esa parte no son los genitales, sino los pezones. La estimulación de los pezones, zona erógena por excelencia, no responde a ningún método universal. Lo que a una persona le puede encantar, a otra le puede horrorizar, por lo que es una parte con la que hay que tener mucho ojo a la hora de estimular a una persona por primera vez.

Estimular los pezones

Jugar con los pezones es, generalmente, un punto clave en los preliminares de una relación sexual, dado que ayuda a elevar la libido y la predisposición al sexo. Pero... antes de hacer algo, infórmate de cómo le gusta a tu pareja. ¿Qué suele ser lo más habitual?

Tipos de estimulación:

- Lo idóneo para el comienzo, para ir tanteando, es la estimulación suave y delicada de todo el pecho abarcando con la palma de la mano a modo de masaje. Con o sin aceite. Con o sin vibrador. Cualquier mini vibrador es válido para la estimulación vibratoria superficial, y poner el pezón más sensible y duro.

- Con la boca, con la lengua. Realizar movimientos serpenteantes jugando con el ritmo y la presión. Son muchas las posibilidades que tenemos al jugar con la lengua. Incluso, si a la persona receptora le gusta, el hecho de jugar con mordiscos en la intensidad óptima que haga reaccionar al cuerpo con una palpable excitación.

- Si a la persona le gustan las emociones fuertes, bienvenidos serán otros elementos algo más "duros", los accesorios utilizados en las prácticas BDSM: pinzas o pesas de pezones con el peso y presión regulable. ¡O incluso un succionador de pezones!

- Las temperaturas. Jugar con los contrastes es algo verdaderamente excitante. Un soplido después de unos lametones, nata fría, ¡un hielo! Las reacciones, para bien o para mal, según los gustos de cada cual, son instantáneas, y muy excitantes...

¡No dejéis de lado una zona tan importante como son los pezones!