Cincuenta sombras y los juguetes BDSM

La famosa trilogía erótica Cincuenta sombras ha puesto de moda los juguetes y complementos de bondage o BDSM. Y es que, si hasta hace poco muchos veían estos artículos como algo para "gente extraña" adicta a todo tipo de parafilias, ahora por fin son vistos como lo que realmente son: unos productos que, usados con sentido común, resultan muy útiles para disfrutar del sexo de una manera diferente y experimentar sanamente con los roles de dominación y sumisión sexual.

Cincuenta sombras y los juguetes BDSM

Los artículos de BDSM nos permiten saborear el morbo en su más pura esencia, igual que los personajes principales de las exitosas novelas de E.L. James. ¿Te imaginas lo que puede ser dominar a tu pareja con la clase y erotismo de Christian Grey? ¿Y exponerte a sus más oscuros deseos como lo hacía la inocente Anastasia Steele?

Para ello podemos ayudarnos de diferentes juguetes de BDSM. Las mordazas son uno de ellos. Existen las mordazas que tienen pequeños agujeros para respirar la boca y las que no. Obviamente, recomendamos las respirables, especialmente si estamos iniciándonos en este tipo de prácticas, ya que en caso contrario el juego podría llegar a alcanzar límites peligrosos. Las mordazas se atan al cuello del amante sumiso, están hechas de suaves materiales como piel o nylon, e incorporan una bola para tapar la boca, generalmente de goma.

Otro de los juguetes bondage más clásicos son las esposas eróticas. Las hay tanto para manos como para pies, siendo más comunes las primeras. Pueden ser de diferentes materiales, que van desde el plástico hasta el cuero o el hierro, aunque las más recomendables son las de terciopelo, que evitarán cualquier tipo de herida o rozadura en la persona que permanezca atada a la cama o a cualquier otro lugar.

Otros accesorios BDSM muy populares son las fundas de jinete, los suaves látigos de piel o las palas de azote. Estos complementos nos permiten recorrer sigilosamente el cuerpo de nuestra pareja o incluso darle pequeños golpes intimidatorios para dejarle claro quién tiene el mando de la relación.

Por su parte, las máscaras y antifaces eróticos no solo sirven para poner la guinda a las arrebatadoras sesiones de bondage y sadomasoquismo, sino también para la realización de diferentes juegos preliminares. Ten en cuenta que al tapar nuestra vista, aumenta de forma inversamente proporcional lo percibido por el resto de nuestros sentidos, lo que nos ayuda a experimentar el placer sexual desde una perspectiva mucho más placentera.

Por último, a la hora de practicar relaciones de BDSM con tu pareja, y con el objetivo de que no se produzcan malentendidos, no olvides dejar previamente bien claros los límites del juego, así como establecer una señal de stop en caso de que cualquiera de los dos se sienta agobiado en cualquier momento.