Como encontrar el punto G

El punto G continua siendo motivo de acaloradas discusiones y estudios contradictorios dentro de la comunidad científica. Mientras algunos especialistas confirman su existencia de forma categórica otros en cambio insisten en que no se han podido hallar evidencias físicas que demuestren que esta zona erógena de la mujer es una realidad.

Como encontrar el punto G

El ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg fue el primero en documentar su existencia en el año 1944, definiéndolo como una pequeña zona del área genital situada detrás del pubis y alrededor de la uretra y que es capaz de provocar máxima excitación sexual y orgasmos especialmente intensos. Se trataría, por tanto, de una pequeña protuberancia de tamaño irregular, siempre dependiendo de cada mujer, situada entre 3 y 7 centímetros desde la entrada de la vagina con abundantes terminaciones nerviosas y que es posible estimular directamente con los dedos o con la ayuda de algún vibrador.

Para encontrar el punto G y conseguir estimularlo de forma satisfactoria es conveniente adoptar una postura adecuada y esperar a estar excitada y bien lubricada, a partir de ese momento podemos comenzar la exploración.

La posición en la que debes colocarte depende de si vas a auto explorarte o va a ser otra persona la que va a masajear la zona. En el primer supuesto puedes colocarte tumbada aunque lo mejor es colocarse sentada o en cuclillas, también depende de cada mujer y para ser estimulada por nuestra pareja habrá que colocarse recostada bocarriba en una postura que resulte cómoda, con las piernas ligeramente arqueadas.

Para localizar el punto G hay que introducir dos dedos presionando sobre la superficie interna de la vagina con un movimiento como de "ven aquí". Hay que recordar que es muy importante una buena lubricación por lo que si no la consigues de forma natural no es mala idea emplear alguno de los lubricantes vaginales existentes en el mercado, como por ejemplo Aquaglide.

En cuanto des con él, sentirás inmediatamente que lo has encontrado ya que se trata de una zona extremadamente sensible y que con la estimulación directa es muy probable que aumente de volumen y se expanda.

Una vez encontrado el punto exacto podemos seguir estimulándolo aplicando una mayor presión y moviendo los dedos con un ligero masaje. La alternativa al uso de los dedos son los vibradores específicos para el punto G, con la ayuda de uno de estos juguetes eróticos es más sencillo descubrir la zona y fundamentalmente se ejerce una estimulación mayor.

Y sobre todo, si no consigues un orgasmo la primera vez, no debes sentirte decepcionada, sigue intentándolo y recuerda que cada mujer es diferente.