Alimentación para una buena salud sexual

Hace poco hablábamos de la incomodidad (que no imposibilidad) de practicar sexo para las personas obesas, así como de las consecuencias a nivel de confianza y autoestima derivadas de la obesidad. Hoy, sin embargo, vamos a centrarnos en la alimentación necesaria para disfrutar de una vida sexual satisfactoria. Y es que, como sabes, los alimentos que ingerimos no solo afectan a nuestra salud en general, sino también a la calidad de nuestras relaciones sexuales.

Alimentación para una buena salud sexual

Una mala alimentación puede acarrear, además del temido sobrepeso, problemas sexuales como la disfunción eréctil o la sequedad vaginal. Esto es debido a que nuestros sistemas circulatorio y nervioso dependen de los nutrientes en forma de alimentos que ingerimos para prestarnos una deseada respuesta sexual.

En el caso de los hombres, un consumo abusivo de grasas provoca que las arterias se obstruyan, lo que dificulta la práctica de cualquier actividad física, así como la capacidad para conseguir una erección de calidad, ya que esto impide que la sangre llegue en condiciones al pene.

En las mujeres ocurre algo muy parecido. Si la sangre tiene dificultades para circular con fluidez por las arterias, no llegará como debería a las estructuras del clítoris, por lo que se verá afectado el flujo sanguíneo alrededor de la vagina y la mujer no producirá suficiente lubricación vaginal.

Pero no te asustes. Esto no quiere decir que no podamos consumir grasas, sino que simplemente las debemos ingerir con moderación. De ahí la importancia de mantener una dieta equilibrada en la que las grasas no superen el 30% de la comida diaria, debiéndose repartir el resto entre hidratos de carbono (55-60%) y proteínas (10-15%).

Ten en cuenta también que los alimentos ricos en vitamina E mejoran la circulación sanguínea en los órganos sexuales, por lo que intenta incluir en tu dieta la levadura de cerveza, las espinacas, la soja, los huevos y el brócoli.

Asimismo, el magnesio, el calcio y el fósforo ayudan a incrementar el deseo sexual, así que procura consumir lácteos, carne, pescado (sobre todo pescado azul), plátanos, hortalizas, frutos secos y cereales. La avena, por su parte, contribuye a incrementar los niveles de testosterona en la sangre (lo que ayuda a aumentar nuestra libido), mientras que el zinc, presente en algunos pescados, carnes y lácteos, es muy importante para prevenir la impotencia masculina y posibles problemas de próstata.

Por último, evita en la medida de lo posible el consumo de tabaco y alcohol, ya que ambos resultan altamente perjudiciales para nuestra salud, tanto a nivel general como sexual. Y no abuses tampoco del azúcar, la sal o el café, puesto que aumentan en exceso la tensión sanguínea y pueden irritar la próstata.

Recuerda que somos lo que comemos, así que el primer paso para disfrutar de una vida sexual plena es... comer bien.