Sueños eróticos

Desde que sólo somos un@s crí@s, al mismo tiempo que descubrimos nuestra sexualidad, aparecen nuestros primeros sueños eróticos, que en mayor o menor medida nos acompañarán durante el resto de nuestra vida. Está comprobado que tod@s soñamos (aunque muchas veces no lo recordemos), y algo tan presente en nuestras vidas como es el sexo cobra especial importancia cuando dormimos.

Sueños eróticos

En ocasiones los hombres (especialmente durante su juventud) se despiertan por la mañana manchados de semen, señal de que han tenido un sueño erótico que les ha producido un orgasmo. Las mujeres también pueden llegar al clímax durante el sueño, con la salvedad de que ellas no tienen ninguna prueba de haberlo alcanzado. En cualquier caso, también podemos tener un sueño erótico sin necesidad de llegar al orgasmo, pues también existen aquellos en los que sólo disfrutamos de inocentes besos y caricias.

Por regla general -que no excluyente- los sueños eróticos suelen producirse cuando previamente hemos vivido una excitación erótica que no hemos resuelto durante el día. Sin embargo, diversos estudios del sueño han demostrado que no tiene por qué haber una relación directa entre ambos hechos, por lo que podemos tener un sueño erótico cuando menos lo esperamos.

Los sueños eróticos pueden ser de muy diversas tipologías, aunque con frecuencia responden a los conflictos sexuales y personales de cada un@. Los sueños de los hombres suelen estar protagonizados por mujeres desconocidas que se entregan ante ellos y están dispuestas a cumplir todas sus fantasías. Son sueños con una clara connotación de conquista y dominación a la mujer.

Por su parte, las mujeres suelen soñar con hombres conocidos y hacia los que probablemente se sienten atraídas de una u otra forma. Asimismo, tienden a tener más sueños eróticos cuando su carga hormonal es más elevada: durante la ovulación, justo antes de la menstruación y durante el embarazo.

En ocasiones podemos tener sueños perversos o disparatados, pero no hay por qué preocuparse, pues no significan que suframos ningún tipo de problema. Los sueños eróticos son a veces (no siempre) la representación de deseos sexuales inhibidos, pero no deben confundirse con la realidad ni hacer que nos sintamos culpables, pues escapan totalmente a nuestro control. Por ejemplo, es bastante común entre personas heterosexuales que en algún momento soñemos que mantenemos relaciones con una persona de nuestro mismo sexo, pero eso no significa que seamos gays o lesbianas, sino que simplemente tenemos un sentimiento de admiración a esa persona.

Los sueños eróticos son una de las mejores formas de liberar nuestros miedos y estimular nuestra imaginación, así que no les tengas miedo ¡y disfrútalos!