Sexo durante la andropausia

¿Has oído alguna vez hablar de la andropausia? La andropausia o andropenia es el proceso en el que empiezan a deteriorarse las capacidades sexuales del hombre. Se trata de una etapa, salvando las distancias, similar a la menopausia de la mujer, con la salvedad de que el hombre no tiene pruebas claras y significativas de haber entrado en ella (su actividad sexual no está marcada por periodos regulares), lo que en ocasiones complica su diagnóstico.

Sexo durante la andropausia

La andropausia puede empezar entre los 40 y los 55 años de edad, y no tiene un cese determinado. Este proceso varía según cada caso y depende de varios factores, como la actividad física, la alimentación, los genes o la vida sexual, entre otros.

La principal característica de la andropausia es un notable descenso de los niveles de testosterona, lo que deriva en varios tipos de disfunciones sexuales: erecciones menos firmes y duraderas, disminución del deseo sexual, dificultades para eyacular y orgasmos de menor intensidad. A diferencia de la menopausia, la andropausia no acaba con la capacidad de procrear del hombre, que aún siendo cada vez más dificultosa, se mantiene hasta una edad muy avanzada.

Es por ello que no debe asociarse la entrada en la andropausia con el fin de la actividad sexual, ya que más allá del descenso de las hormonas sexuales masculinas, el sexo no tiene por qué resentirse. Es en este momento cuando entran en escena factores como la estimulación psicológica o los juegos preliminares, que resultan de vital importancia a la hora de mantener relaciones sexuales de calidad.

Lo que no hay que hacer nunca es tratar de ocultar o ignorar la situación. La aceptación es el primer paso para afrontar esta nueva situación, pues se trata de una etapa totalmente natural en la vida de todo hombre. Siempre será recomendable acudir al médico para saber qué debemos hacer para minimizar los síntomas de la andropausia, aunque será el urólogo el encargado de marcar las pautas exactas a seguir.

También serán de gran ayuda productos como las cremas vigorizantes y estimulantes, los perfumes de feromonas e incluso los afrodisiacos naturales, que aumentarán tanto el deseo como el rendimiento sexual. Por último, y pensando también en el placer de la mujer, serán también recomendables las fundas estimuladoras o cualquier tipo de arnés hueco, que contribuirán a paliar los problemas de erección (en caso de haberlos) aumentando la longitud y el grosor del pene y dotando al hombre de mayor potencia en la penetración.