El exhibicionismo

El exhibicionismo es una parafilia sexual que constituye delito. Generalmente suele ser practicada por hombres jóvenes, solitarios, tímidos y de vida social normal que disfrutan de la exhibición pública de sus genitales.

El exhibicionismo

No es gente peligrosa ni violenta, su fin no es asaltar a nadie ni llegar a un contacto físico forzado, sino llamar la atención, generar algún tipo de sensación, ya sea asco, susto, miedo... Lo que no soportan es la indiferencia o el insulto. En ese caso, su respuesta es la huída.

Esta es la definición de la exhibición sexual vista como una patología. Otra cosa es el exhibicionismo más conocido y ejercido que consiste en la práctica de sexo al aire libre o en sitios públicos donde se pueda a ver a las personas practicar algún tipo de acto sexual.

Existen muchos sitios donde la gente que goza de este tipo de excitación, pueden acudir y llevarlo a la práctica. Léanse parkings, descampados, playas... donde o bien en el coche o fuera, las parejas dan rienda suelta a su sexo, viéndose la excitación aumentada al saber que los están viendo, ya sea a una distancia prudencial o incluso participando los voyeurs o mirones. Por un lado están los sitios tolerados, como son esos puntos conocidos por los especialistas en la materia y aficionados al exhibicionismo, y por otro, sitios mundanos como los probadores de un centro comercial, en un transporte público o el andén de una carretera. Muchas personas son partidarias de este tipo de ejercicios en los que entra el juego el riesgo de ser pillado in fraganti por gente que "pasaba por allí".

Hay muchas variantes dentro del exhibicionismo. O bien pueden ser parejas que disfrutan con gente mirando, o que los puedan pillar personas que pasan por ese determinado lugar, hay otras que van más allá y disfrutan de que algún mirón, ya sea chico solo o pareja, se acerquen y se toquen, besen, o incluso terminen practicando sexo conjuntamente. Aquí ya podríamos estar hablando de dogging, la práctica de sexo al aire libre con desconocidos, donde se entremezcla la parafilia exhibicionista, con la voyeur e incluso la mentalidad liberal al disfrutar de la inclusión de más personas en la vida sexual de la pareja.

Las maneras de vivirlo y disfrutarlo pueden ser muchas, combinadas o no con otro tipo de complementos, como puede ser la comentada participación de terceros.

Si hablamos de exhibicionismo sin salir de casa, quizás la práctica más recurrida tanto por hombres como mujeres o incluso parejas, es la webcam. El sexo cibernético, cada día más en auge, es muy recurrido por gente que gusta de mirar o que le miren mientras se masturba y charla con el interlocutor, ya sea hablando de fantasías u obedeciendo a órdenes, y ya sea utilizando la mano o empleando juguetes sexuales.

Como vemos, el exhibicionismo abarca muchas maneras de vivirlo y disfrutarlo, todo sano y placentero si no supone una obsesión y no se violan los principios básicos de ética y legalidad.