Las bolas chinas de metal, el juguete erótico de moda

Resulta bastante obvio que las bolas chinas son en la actualidad uno de los juguetes eróticos más empleados en todo el mundo. Como también que las bolas sexuales de silicona son, por muchos motivos, las favoritas para la mayoría de las mujeres. Su comodidad y suave tacto quedan fueran de toda duda. No obstante, y sobre todo a raíz del boom producido por la trilogía Cincuenta sombras, las bolas chinas de metal ganan cada vez más adeptas, puesto que como seguramente ya sabes, los protagonistas de la famosa novela erótica utilizaban las bolas Ben Wa de este material en sus juegos de dominación y sumisión.

Las bolas chinas de metal, el juguete erótico de moda

Las bolas chinas de metal pesan bastante más que las de silicona, lo que acaba derivando en una estimulación muchos más intensa que la obtenida con las primeras. Eso sí, no conviene precipitarse en su uso. Es importante que sepas que las bolas eróticas de metal son recomendables solo para mujeres expertas en los juegos con las bolas chinas tradicionales, ya que para usarlas de forma óptima y evitar cualquier tipo de lesión, la musculatura de la vagina debe ser suficientemente fuerte y resistente.

Las bolas Ben Wa fabricadas en metal tienen a su vez interesantes connotaciones fetiches. De hecho, son todo un clásico en los juegos de bondage, donde el hombre suele someter a la mujer introduciéndole este juguete en su vagina como parte del juego sexual. Y es que las ya de por sí intensas sensaciones producidas por la introducción y vibración de estas bolas se incrementan todavía más si cabe con las de metal, que lógicamente exigirán a la mujer un mayor esfuerzo que las de plástico o silicona para mantenerlas en el interior de su vagina. Esto las convierte en un juguete ideal para aquellas mujeres que quieran dar un paso más allá en su estimulación con las bolas chinas.

Sin embargo, y obviando la más que evidente diferencia de peso, las bolas chinas de metal tienen las mismas características y propiedades que las bolas chinas tradicionales. Ello incluye, por ejemplo, la inclusión del típico hilo o cordón que une ambas bolas y que al mismo tiempo las mantiene separadas entre sí. Además, cuentan con un anillo de seguridad que facilita su extracción en cualquier momento, evitando de este modo cualquier posibilidad de que las bolas se queden atrapadas dentro de la vagina. Y, por supuesto, producen los mismos beneficios tanto a nivel sexual como terapéutico que las bolas chinas de siempre: fortalecimiento de la musculatura pélvica, recuperación postparto, incremento de la sensibilidad vaginal, prevención de problemas de incontinencia urinaria, etc.