El uso del hielo en el sexo

Con este sofocante calor y el verano a la vuelta de la esquina, empieza a ser necesario refrescarse un poco. Pero, ¿por qué no convertimos la necesidad en placer? El hielo, ese elemento tan común en los días veraniegos, puede ser utilizado para mil y un juegos eróticos y, al mismo tiempo, es una buena forma de combatir la falta de libido que muchas veces provocan las temperaturas demasiado altas. Y es que el hielo nos ofrece un sinfín de posibilidades para disfrutar del sexo con nuestra pareja, permitiéndonos experimentar sensaciones tremendamente morbosas y excitantes.

El uso del hielo en el sexo

Si vas a jugar con hielo, prepara tu habitación como es debido. Recuerda que con el calor el hielo se derrite rápidamente, por lo que si no quieres empapar tu cama, convendría que pusieras fundas para las sábanas y la almohada. También es recomendable que tengas a mano una cubitera para coger y dejar los cubitos de hielo cómodamente en cualquier momento.

Una vez todo listo, prueba a meterte un hielo en la boca y dar un sensual y apasionado beso helado a tu pareja. Luego, pon el hielo en tu mano y disponte a recorrer muy lentamente las zonas más erógenas de su cuerpo. Eso sí, recuerda empezar por lugares como la nuca o las muñecas para que el primer contacto del cubito en su piel no sea tan brusco y pueda acostumbrarse poco a poco al frío. Una vez estimuladas esas zonas, ya puedes recrearte pasando el hielo por la columna, las nalgas y los muslos, completando así la ruta por la parte trasera del cuerpo.

Luego, ya en la parte delantera, puedes estimular los lóbulos de las orejas, las mejillas, el cuello y descender lentamente desde el pecho hasta los genitales, pasando en el camino por los pezones, el vientre y el ombligo. Para acabar tu recorrido, puedes enfriar tus labios y tu boca durante unos segundos con un cubito y luego probar a realizar una felación o un cunnilingus. El resultado será increíble...

Por último, recuerda que también existen varios juguetes eróticos que ofrecen la excitante sensación que sólo el hielo es capaz de proporcionar. Hablamos, por ejemplo, de huevos vibradores congelables, cuyo mecanismo permite congelar agua en su interior, sumando así la placentera sensación del frío a la de sus intensas vibraciones. Otra opción muy interesante es el Dildo de Cristal Icicles No. 5, que puedes enfriar metiéndolo en el frigorífico o bañándolo con agua fría para disfrutar de sus sensuales curvas de forma mucho más refrescante.

En definitiva, este verano ponle hielo a tus relaciones sexuales.