Los juguetes eróticos como terapia de placer

Aún hoy en día, muchas personas se siguen manteniendo reacias a masturbarse, o tan siquiera a mirarse sus propios genitales. Como si fuesen algo pecaminoso, un veneno que te mata si te tocas con fines eróticos.

Los juguetes eróticos como terapia de placer

Lo mismo sucede con muchas mujeres que padecen la falta de orgasmo durante el sexo, que con mucha insistencia sí terminan consiguiéndolo mediante la masturbación. La utilización de juguetes eróticos para este menester, no es la solución en el 100% de los casos, pero sí un elemento de gran ayuda e importancia.

El denominador común en estos dos casos es el tabú que lleva recorriendo las calles y las mentes durante siglos, y que aún hoy se mantiene. Desde tiempos lejanos se ha considerado la masturbación como algo nocivo para la salud, con extendidos bulos y creencias, como que te saldrían granos, vello en las manos o te quedaría ciego por practicarla.

Por suerte, la masturbación femenina, uno de los tabúes sexuales más arraigados, ya se va liberando milímetro a milímetro cada día, pero aún queda mucho camino por recorrer. Aún hay un importante número de mujeres que viven en pareja, incluso están casadas, y no disfrutan de su sexualidad, no saben qué es un orgasmo, no conocen sus cuerpos y no se masturban. Consideran la masturbación como algo sucio, oscuro, malo.

Por ello, lo que una persona así necesita es un apoyo psicológico acompañado de, como comentaba al inicio, la utilización de accesorios sexuales en su intimidad para descubrir sus zonas más placenteras y puntos erógenos. Experimentar el orgasmo en sus propias pieles, en soledad.

De este modo, la relación íntima de pareja se va a favorecer, pues quedará claro qué es lo que gusta y lo que no gusta, y el orgasmo no será ciencia ficción, sino una consecuencia de un camino de placer libre de obstáculos.

Que el sexo no sea un suplicio, sino placer, satisfacción y orgasmos. Y no olvides incluir en tu terapia de placer juguetes eróticos. No lo digo yo, no lo decimos nosotros, lo dicen los expertos médicos.