Sexo en la menopausia
Pese a las connotaciones negativas que ha llevado consigo durante muchos años el término "menopausia", poco a poco vamos asumiendo que tan solo se trata de una etapa más en la vida de la mujer.
A pesar de las dificultades que pueden provocar algunos cambios hormonales en la sexualidad femenina (lubricación vaginal más lenta y de menor volumen, disminución de la libido, encogimiento del clítoris, etc.), practicar el sexo durante la menopausia no tiene por qué dejar de ser una experiencia igual de placentera y gratificante.
Muchas mujeres disfrutan intensamente del sexo durante la menopausia incluso más que en etapas anteriores. Esto es debido, entre otros factores, a que pierden el miedo al embarazo, lo que les permite relajarse y entregarse completamente al placer que el sexo les ofrece. La menopausia también es un buen momento para disfrutar plenamente del sexo gracias a la experiencia y al uso de los conocimientos adquiridos hasta la fecha, pues una mujer madura sabe muy bien lo que le gusta, busca y desea.
Asimismo, con el paso de los años se produce una mayor vasocongestión en la zona genital, lo que deriva en un aumento de la sensibilidad vaginal. De ahí que el placer que provoca el sexo en la mujer aumente con los años, todo lo contrario de lo que ocurre en el caso de los hombres.
Por otra parte, la mujer juega con la ventaja de poseer el clítoris, un órgano cuya única función es la de proporcionar placer. Por eso cobrará una gran importancia su correcta estimulación, ya sea oral, manual o a través de estimuladores de clítoris. Del mismo modo, los problemas de falta de lubricación vaginal pueden resolverse con cualquier lubricante o gel de masaje, al igual que la falta de libido también tiene solución gracias a los afrodisiacos naturales y a los perfumes de feromonas.
Tampoco conviene olvidar que el placer sexual no se limita exclusivamente al coito. Aparte de la zona genital hay otros puntos clave en el cuerpo femenino que también son capaces de ofrecer una enorme cantidad de placer: el cuello, los hombros, el lóbulo de la oreja, los muslos, el pecho...
En definitiva: el sexo y la menopausia no están reñidos. Si bien es verdad que esta etapa de la vida afecta de una forma u otra a las relaciones sexuales, todo tiene sus pros y sus contras, así que aprovecha sus ventajas ¡y disfruta al máximo del sexo!