Sexo y drogas

La mayoría de las drogas, a quien las consume, provocan en su cuerpo una liberación de las barreras habituales, como pueden ser miedos, vergüenzas, timidez..., ya que actúan como depresoras del sistema central.

Sexo y drogas

Y si afectan a todos los aspectos de la vida, el sexo no va a ser una excepción. Desde las drogas legales como el alcohol y el tabaco hasta las denominadas ilegales como el éxtasis, la cocaína... A continuación os vamos a dejar con una relación de los efectos que provocan los diferentes tipos de drogas:

Tabaco: El tabaco no influye en la libido ni en la desinhibición, sin embargo sí que afecta negativamente en la virilidad del hombre. Esta sustancia legal tiene alguna relación con la arterioesclerósis, motivo de muchas disfunciones eréctiles entre los hombres. Otra causa que puede afectar en las relaciones, es el mal aliento del tabaco, a muchas personas se les baja la libido con las parejas fumadoras y es un problema para la reactivación de las relaciones.

Alcohol: El alcohol es el inhibidor social y sexual por excelencia. De ahí la razón de ser del alcohol en todas las reuniones sociales, con amigos, con parejas, con desconocidos... los sábados, en comidas, cenas, citas especiales, etc. El efecto inhibidor puede funcionar si no tomamos más copas de las necesarias, si simplemente cogemos "el punto". Si vamos más allá, el alcohol es uno de los mayores enemigos del sexo: En el hombre provoca problemas de erección y los orgasmos son menos intensos. En las mujeres dificulta notablemente la llega al orgasmo. Y a la larga, los problemas de respuesta sexual (neurológicos, vasculares...) pueden volverse crónicos.

Marihuana: Al igual que el alcohol, la marihuana actúa como deshinibidor sexual. El consumo continuado puede derivan en un desinterés sexual. En las mujeres se experimenta una mayor sequedad vaginal en las relaciones. Y del mismo modo que el alcohol, la marihuana bloquea la producción de hormonas masculinas y reduce la calidad del esperma.

Cocaína: Esta droga ilegal estimula el sistema nervioso central, generando un sentimiento de euforia que intensifica la percepción sobre nuestro cuerpo. A la euforia del momento le sigue un estado semi depresivo en el que las relaciones sexuales se vuelven de complicadas a imposibles. Por otro lado, la aplicación de la cocaína sobre el clítoris o prepucio, no aumenta la excitación, sino que provoca sensaciones anestésicos. Su efecto es rápido pero su consumo continuado provoca daños irreversibles en el sistema nervioso central.

Heroína: La alta adicción que provoca esta sustancia, hace que quienes la consumen, pronto pierdan el interés por el sexo. La satisfacción que produce la toma de la droga sustituye al deseo sexual natural.

Éxtasis: El éxtasis es una droga sintética que provoca reacciones alucinógenas y muy emotivas. Su uso suele ser nocturno, y quienes lo consumen, borran su cansancio y se convierten en seres totalmente enérgicos durante horas y horas. En cuanto al sexo, esta droga destruye las neuronas encargadas de producir la serotonina, responsables entre otras cosas, de la actividad sexual. En un primer momento, aumenta la excitación, confianza... que se termina convirtiendo en un estado de hiperactividad. Y con su consumo continuado, acarrea serios problemas psíquicos.

Tras conocer estos efectos altamente nocivos provocados por las drogas, sobra decir que desaconsejamos 100% su consumo.