Un mundo de culturas sexuales

Estamos acostumbrados a una cultura del sexo que, para la mayoría de nosotros, es totalmente normal. Pero, ¿quién establece el baremo de lo que es y no es normal? Vivimos en un mundo con una inmensa variedad de culturas sexuales muy diferentes entre sí, y por supuesto todas son igual de respetables.

Un mundo de culturas sexuales

Mientras nosotr@s tenemos la costumbre de aumentar el placer femenino con, por ejemplo, anillos para el pene, preservativos estriados o cremas estimulantes, en las Islas Celebres de Indonesia se introducen guijarros bajo la piel del glande. ¿Te parece excéntrico? No para ellos, que también consideran las rodillas una de las partes más excitantes del cuerpo de la mujer.

Aquí vemos con muy malos ojos la zoofilia, pero en algunos pueblos de África los adolescentes deben iniciar su actividad sexual delante de los adultos... ¡con una oveja! No es éste el único caso en el que los jóvenes se ven ciertamente sometidos en temas sexuales. En determinadas tribus se les obliga a practicar relaciones homosexuales con los ancianos, al considerar que el semen de éstos es una sustancia vital que les proporciona innumerables beneficios.

Otro tema interesante es el de la capacidad sexual y las diversas maneras de aumentarla. Mientras aquí solemos usar lubricantes sexuales, perfumes de feromonas o afrodisiacos naturales, en Yemen las mujeres llenan su cuerpo de pintura negra. Bien pensado, nosotr@s también hacemos lo mismo... pero con chocolate Shunga.

Sin embargo -y aunque con excepciones- algo que suele estar muy mal visto por casi todas las culturas es el adulterio. De hecho, en África Sudecuatorial van mucho más allá, pues lo hombres, antes de practicar sexo por primera vez con su esposa, impregnan su pene con una especie de veneno para ahuyentar a las posibles amantes. ¿Conoces a algún hombre que esté dispuesto a pasar por lo mismo?

También existen diferentes visiones de lo que hay que hacer para ser un buen anfitrión. Nosotr@s somos más de ofrecer un aperitivo o un vino a nuestros invitados, pero en algunos pueblos árticos, los esquimales, como símbolo de hospitalidad, ofrecen a su mujer a los hombres que visitan su casa. ¿Harías tú lo mismo con tu pareja?

Sin embargo, no hace falta irse tan lejos para encontrar costumbres que, a priori, pueden resultarnos sorprendentes. En Rusia algunos campesinos suelen invitar a unos recién casados a pasar su primera noche de matrimonio en los establos... ¡para que así los animales aprendan a reproducirse!

Como ves, cada cultura sexual es un mundo aparte. Disfruta al máximo de la tuya y respeta siempre la de los demás.